Finalizó la campaña de Kickstarter de Shenmue III, y lo hizo con record: cerca de seis millones y medio, superando en casi un millón la marca que había establecido Bloodstained pocas semanas antes. ¿Un éxito absoluto, por tanto? Pues viendo que nunca antes una campaña de Kickstarter para un videojuego había recaudado tanto, habrá que decir que sí. Desde luego, a esos pequeños desarrolladores que sudan tinta para conseguir 20 o 30 mil dólares la cosa les debe parecer de otro mundo.
Pero por otra parte la campaña deja sus puntos oscuros, como esas informaciones confusas sobre quién financia o deja de financiar el proyecto, o tretas un poco dudosas como anunciar poco antes del fin de la campaña que puede que el juego no se lance en formato físico y que sólo los que apoyen la campaña de Kickstarter con la recompensa correspondiente podrán hacerse con una copia en disco (información, por otra parte, muy poco creíble). Y es cierto que el juego ha recaudado más que Bloodstained, pero viendo las diferencias entre lo que posiblemente costará desarrollar Bloodstained y el dineral que debería costar un Shenmue III a la altura de las expectativas, la diferencia de menos de un millón no parece tanto. Desde luego, si lo comparamos con los 70 millones que costó el desarrollo del Shenmue original según la Wikipedia, los 6 millones y algo casi parecen poco dinero.
Pero bueno, la campaña ha finalizado positivamente, Yu Suzuki ha jurado por todo lo jurable que va a sacar el juego, y esperemos que esos financiadores ocultos pongan los 60+ millones que faltan para igualar el presupuesto del primer Shenmue. Aunque no lo creáis por mi visión un tanto negativa de la campaña, yo he sido uno de los primos mecenas que han apoyado el proyecto, así que ya os contaré cómo evoluciona la cosa. Eso suponiendo de aquí a finales de 2017, cuando está previsto el juego, internet, los blogs y todas estas cosas no se hayan quedado ya obsoletos.