El Blog de Alerce

Videojuegos, matemáticas, literatura, ciencias y filosofía en una mezcla (aparentemente) aleatoria

La belleza oculta

Posted by

·

, ,

Dodonpachi: Resurrection y Deathsmiles son dos auténticas rarezas, dos juegos arcade que en estos tiempos de descargables y tiendas online han disfrutado de un lanzamiento físico. Lo han hecho de la mano de Rising Star, con quien tenemos numerosas deudas de gratitud por atreverse a traer a Occidente juegos así, destinados a segmentos minoritarios del mercado de los videojuegos.

Los matamarcianos se encuentran entre los géneros de videojuegos que han alcanzado una mayor especialización. Su evolución podría asemejarse en cierta forma a la de la pintura, que ha pasado del arte rupestre (con los título de la época de Space Invaders), pasando por obras clásicas de una grandeza técnica y estética que dejan a cualquiera con la boca abierta (como esos títulos de la época dorada de los 16 bits, los Darius, Gradius, R-Type…), para llegar a obras modernas de arte abstracto.

Para los que no tenemos suficiente formación artística, nos resulta difícil apreciar el arte abstracto. Nos puede parecer una broma, un conjunto aleatorio de borrones de colores, algo que cualquiera podría hacer sin mayor dificultad. De la misma forma, para los jugadores no expertos en “shumps”, estos dos títulos seguramente parecen una broma o una estafa, juegos absurdamente sencillos que se pueden completar en apenas media hora. De hecho, Dodonpachi: Resurrection incorpora una mecánica de disparo automático de bombas cuando nuestra nave recibe un disparo, que es una mecánica muy interesante que automatiza el uso defensivo de las bombas a costa de disminuir su poder destructivo, pero que para el usuario no especializado tiene el curioso efecto secundario de que cualquiera puede acabarse el juego sin hacer absolutamente nada. Literalmente, sólo hay que empezar una partida y pulsar “continue” cada vez que nos quedemos sin vidas. El lanzamiento automático de bombas y los “continues” infinitos harán el resto y nos llevarán hasta la pantalla de créditos.

Y sin embargo, los jugadores expertos podrán apreciar que las mecánicas que incorporan estos juegos han alcanzado una enorme sofisticación (o, siguiendo con la metáfora de la pintura, una gran abstracción), que sólo resulta visible cuando se entiende que la cuestión no es llegar al final del juego, sino hacerlo con estilo, con la mayor puntuación posible.

Para ello, el manual proporciona instrucciones detalladas de cómo mejorar nuestra puntuación. Como muestra, en la fotografía he puesto las instrucciones del Dodonpachi: Resurrection. A medida que uno juega, van cobrando sentido, pero puedo decir con total honestidad que en una primera lectura son más complejas que los manuales de la mayoría de los equipos de mi laboratorio. Y sólo son las instrucciones del modo normal; de los modos “arrange”, que dan algunas vueltas de tuerca a las mecánicas, es mejor ni hablar. Y, sin embargo, pese a que el manual es relativamente amplio y dedica bastante espacio a explicarnos cómo mejorar nuestra puntuación, olvida mencionar algún detalle básico que posiblemente no será obvio para el jugador inexperto, como que el único punto vulnerable a los disparos enemigos es ese pequeño cuadradito parpadeante en el centro de la nave de Dodonpachi, o ese corazón palpitante en el pecho de la bruja de Deathsmiles.

CIMG1686

Como digo, poco a poco estas instrucciones van cobrando sentido y haciendo que jugar sea más satisfactorio. Yo me siento más que contento cada vez que mi combo en Dodonpachi sube de 1 000. Pero por ahí uno puede ver vídeos de los auténticos expertos, los que realmente entienden la abstracción en las mecánicas. Esos tipos suben sus combos a 10 000, o a 100 000, sin que uno sepa muy bien cómo, por mucho que vea sus partidas. Los demás tendremos que conformarnos con seguir viendo borrones de colores.

Blog at WordPress.com.

%d