El Blog de Alerce

Videojuegos, matemáticas, literatura, ciencias y filosofía en una mezcla (aparentemente) aleatoria

En otro mundo

Es un juego corto. El manejo del personaje no está bien ajustado y eso desequilibra el juego, y hace que pasar algunas secciones sea más una cuestión de suerte que de habilidad. La mayoría de las conversiones, como la conversión a Mega Drive que se muestra en el video, no son muy buenas, y en varios momentos el juego se ralentiza y pega tirones.

Y sin embargo, es un juego recordado por muchos. Sin ir más lejos, los creadores de juegos de la talla de Ico o Metal Gear Solid han reconocido la influencia de Another World en su obra. En diversas encuestas, los jugadores recuerdan al amigo alienígena como uno de los mejores compañeros de la historia de los videojuegos, la bestia negra del primer nivel como uno de los mejores enemigos, la pistola que puede lanzar escudos o romper paredes como una de las mejores armas…

Another World fue un título muy adelantado a su tiempo. Si hubiese sido lanzado el año pasado dentro de la ola indie en vez de hace más de 20 años, a nadie le habría parecido un juego desfasado.  Lo que hace que sea tan recordado por todos es esa capacidad de sugerir una historia y un estado de ánimo con unos segundos de vídeo y con un diseño artístico excelente, y sin necesidad de emplear ni una sola línea de diálogo. Ya sólo la carátula, obra del mismo Éric Chahi, el creador del juego, es una pequeña obra maestra de diseño y ambientación, especialmente en la versión para Mega Drive, que la mancha menos con logos o marcos que en otras versiones. La carátula perpetrada para la versión Genesis americana también destaca, pero en este caso por ser tan horrenda.

De manera algo injusta, se recuerda a Another World como la precuela de Flashback, cuando no hay tanta relación entre ambos juegos. El creador de Another World no tuvo nada que ver con el desarrollo de Flashback. Está claro que Flashback toma prestado el estilo de Another World, y además mejora enormemente el control del personaje.  Pero no tiene esa capacidad de evocación, de excitar nuestra imaginación. Si pensamos en los argumentos de los dos juegos, en Flashback podemos encontrar algunas reminiscencias más que claras de varios libros de Philip K. Dick.  En cambio, en esto Another World también es un generador de influencias, no un influenciado: tenemos un físico que juguetea con fuerzas que más valdría dejar tranquilas, un portal que se abre a un mundo paralelo, unos alienígenas pequeñajos que nos muerden y otros grandotes con pistolas… posiblemente todos podamos pensar en cierto físico que junto con su fiel palanca metálica ha protagonizado varios videojuegos.

Y sin embargo, Another World no fue un fenómeno tan aislado, sino que puede considerarse como uno de los últimos y mejores exponentes de la corriente de videojuegos de acción-aventura y de plataformas en 2D que tanto tirón tuvo en los desarrolladores europeos durante la época de los 8 bits. Diversos estudios europeos se especializaron en este tipo de juegos. Por ejemplo, en España tuvimos a Dinamic, entre otros, que produjo un torrente de juegos en esta línea: Nonamed, Camelot Warriors, Dustin… Con los 16 bits, la línea se fue agotando y reduciéndose a unos pocos títulos como este Another World o algunas creaciones de Psygnosis. Con los 32 y los 64 bits, desapareció por completo, con Rare centrada en títulos como Banjo de la mano de Nintendo y el resto de los antiguos estudios europeos en cierre o absorbidos, Ubisoft abrazando a Rayman, posiblemente el personaje más nintendero creado fuera de Nintendo, y el resto de los desarrolladores occidentales centrados en juegos de acción en 3D. Hasta el reciente resurgir de los indies, no hemos vuelto a saber nada de juegos así.

Hay algunos remakes recientes del juego, creados con la participaciónde Chahi, pero para mí en casos como éste lo mejor es irse a los originales, si uno puede. Si tienen ganas de ver algo más reciente de Chahi, prueben From Dust, la primera incursión de Chahi en el mundo de los videojuegos en décadas, y del que podría decirse que es el juego que Molyneux nos lleva prometiendo décadas y que nunca ha hecho.  Comparar From Dust con Godus, por mencionar uno de los últimos “God Simulator” de Molyneux, es casi doloroso.

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